De un mundo VICA a un mundo BANI. El mundo se transformó repentinamente y tuvimos que aprender nuevas maneras de vincularnos y de trabajar.

Cómo pasamos de un mundo VICA a un mundo BANI

La transformación que se nos impuso al pasar de un mundo VICA a un mundo BANI.

 

De volátil, incierto, complejo y ambiguo (VICA) a frágil, ansiedad, no lineal e incomprensible (BANI). El mundo se transformó y se transformó rápido, repentina e inesperadamente. Los cambios que pensamos tomarían lugar de manera paulatina se vieron acelerados por el impacto del Covid 19 y tuvimos que aprender nuevas maneras de vincularnos, trabajar, hacer negocios y liderar.

Hoy los líderes tienen un rol protagónico por eso es importante entender cómo ha sido su rol antes de la pandemia y cómo son, o deberían ser, ahora, después de la pandemia, en donde la Autenticidad va a ser clave. Liderazgos Tradicionales en contextos estables, liderazgos Auténticos en contextos BANI.

En el siglo XX, los líderes debían ser duros, exigentes y autoritarios, ya que así creían que obtendrían mejores resultados por parte de los empleados. La realidad es que esta forma de liderar, aunque fue eficiente en su momento, no atendía otras áreas relacionadas con la productividad y el lado humano. La autoridad se esgrimía sin duda y no se la cuestionaba.

Ocurre que, en un mundo más predecible, las reglas del juego podían “darse el lujo” de ser rígidas e inflexibles, en un mundo BANI esa frialdad, distancia y dureza solo logra atentar contra la confianza que los colaboradores o los ciudadanos sienten por sus líderes.

Antes el líder parecía inalcanzable, hoy lo necesitamos cercano.

Para acompañar la nueva realidad que nos toca transitar necesitamos de líderes con habilidades humanas. Necesitamos que puedan comprender a las personas y que mejoren la sociedad porque, en un ambiente frágil, todo cambia en muy corto tiempo y, como no tenemos modelos precedentes para transitar este terreno, la incertidumbre es grande, un líder debe ser transparente y generar confianza.

  • La fragilidad requiere capacidad y resiliencia.
  • La ansiedad se alivia con empatía, confianza y atención plena.
  • La no-linealidad necesita visión sistémica y adaptabilidad.
  • Lo incomprensible demanda transparencia, intuición y trabajo colaborativo.

Las habilidades blandas son la base fundamental para la construcción de un buen líder en este contexto. Los millennials y los centennials, las últimas generaciones altamente tecnológicas integradas al ámbito laboral impusieron, con su llegada, la demanda de este cambio: “Ellos esperan un liderazgo donde se respeten las garantías individuales, donde se admire al líder y se pueda confiar en él”.

La nueva forma de ser de los líderes es participativa, colaborativa, comprensiva, donde la persona empatiza, escucha y acompaña. En el liderazgo colaborativo pasamos de centrarnos en el yo para construir el nosotros, se abrazan las diferencias y se trabaja mucho la Autenticidad. Para tener credibilidad y, por ende, generar confianza, un líder debe ser auténtico, es decir, honesto, coherente y transparente.

Pasar de un mundo VICA a un mundo BANI en tan poco tiempo exigió una adaptación acelerada como nunca antes en la historia. Entender el nuevo contexto es fundamental para aceptar los cambios que deben ejercerse en el mundo laboral, como líderes y organizaciones. Los modelos tradicionales se volvieron obsoletos y los colaboradores y ciudadanos demandan formatos nuevos en donde prima la cercanía, la coherencia y la autenticidad.

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