El siglo XXI presenta, para todos aquellos que tienen la responsabilidad de gestionar personas, enormes desafíos. Se están cambiando los viejos paradigmas dentro de las organizaciones. De estructuras tradicionales, rígidas, lentas, se está pasando a espacios colaborativos, ágiles, rápidos y con el foco puesto en las personas.
La persona es la protagonista y debe pensarse como un todo alineado al Propósito, respondiendo al “Para Qué” y “Por Qué” hace lo que hace. Estamos dejando de hablar de posiciones para hablar de roles que son móviles y dinámicos.
Eso implica repensar el mindset y las skills de cada uno, para generar transformación e impacto en los ámbitos de incidencia.
Frente a este nuevo escenario son necesarios los espacios de aprendizajes colaborativos, que promueve el desarrollo de líderes más cercanos, sensibles, que inspiren, motiven, generen buenos ámbitos laborales y acompañen a sus equipos a seguir creciendo y desafiándose.
En este mundo digital de transformaciones permanentes, en la que cambian los formatos en las organizaciones, surge la diferenciación entre las mentes: la Clip, que funciona como el modelo tradicional, y la Click, más alineada al modelo del liderazgo colaborativo. Estas son sus principales diferencias:
MENTE CLIP
- Es una mente fija y estática
- Que sostiene lo conocido
- Que juzga y critica
-
No acepta el error
- Evita riesgos
- Se compara y se mide
- Se incomoda y se altera
- Es intolerante
- Foco en la perfección
- Se victimiza y explica
MENTE CLICK
- Es una mente flexible y expansiva
- Ama lo desconocido, lo abraza
- Acepta e incluye
- Equivocarse es normal
-
Asume desafíos
- Mejora y aprende
- Es resiliente
- Es perseverante
- Foco en la habilidad
- Es generativo y se hace cargo