El storytelling se puede definir como el arte de contar una historia.
Una historia que conecta desde un principio con el oyente, que lo hipnotiza y logra tocar sus emociones a través de la empatía.
Es una manera de crear un significado a través de un relato, que haga sentir y se identifique.
Las historias son una de las herramientas más poderosas de liderazgo. Y lo más relevante es lo que está detrás de la historia.
Conectar desde la emoción es dar sentido a tu historia, por lo que hay algunos tips a considerar:
- Sé vos mismo.
- Salí del automático.
- Contá lo que te ha desafiado y cómo lo resolviste.
- Asociá su tema con una historia poderosa e inspiracional.
- Relatá cómo sirve eso a los demás (tu público).
- Utilizá vocabulario amplio y variado.
- Desarrollá la propuesta gestual.
- Creá una experiencia inolvidable.
- Enriquecé con datos, detalles, testimonios, referencias.
- Agrega matices, cadencias, tono de voz, emoción.
La escalera del storytelling
“Los relatos personales celebran lo que es único en cada uno de nosotros y simultáneamente tienden puentes hacia lo que es común en todos nosotros”, explican los storytellers estadounidenses Lucinda Elodin y Dennis Frederick.
Claro que son varios los factores que deben estar presentes a la hora de contar y construir un relato:
Emocional: Generá esa conexión en tu historia desde el primer momento.
Historia: Centrate en el propósito, lo que resuelve y como esto transforma a la gente / le sirve / le da alivio / le ayuda.
Simple: Concentrarse en el problema y el atributo eje del storytelling.
Inesperado: El elemento que le saque un “wow” al público.
Concreto: Lenguaje simple, sin ambigüedades, con elementos intuitivos afines a todos, que permitan que se entienda el potencial del uso concreto de la marca / productos / servicios.
Creíble: Aportá evidencia, datos, mostrá beneficios no sólo cuali sino cuantitativos.
Vender: Qué obtiene el cliente. Qué otros valores agregados consigue al tener tu marca / producto / servicio.
Las personas se podrán olvidar de lo que dijiste o de lo que hiciste, pero nunca se olvidarán de cómo las hiciste sentir.
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