El tema de los valores personales es central para la evolución de un ser humano, puesto que son parte de tu ADN en tu experiencia en el mundo; son un faro, una guía, una huella digital, única e irrepetible. Son aquello que nos define; conforman los pilares de nuestro ser y hacer en el mundo; y podría decirse que te sientes muy mal cada vez que vives en contra de ellos, o que eliges transgredirlos. En estos casos, suele haber una consecuencia interna de cierto enojo, desconexión y desarmonía, que se transforma en algo incómodo de sobrellevar.
También, los valores constituyen eso que más aprecias en tu vida: lo que tiene más peso para ti, son pilares, y sabes que, sin eso, tu conduces tu vida hacia los resultados que anhelas.
En su obra “La naturaleza de los valores humanos”, el psicólogo Milton Rokeach expresa: “Valor es la creencia perdurable de que una forma concreta de conducta o estado final de la existencia es personal o socialmente preferible al modo opuesto o converso de conducta o estado final de la existencia. Sistema de valores es una organización perdurable de creencias sobre los modos preferibles de conducta.”
Otro aporte lo ha hecho Simon Dolan, catedrático de la Universitat Ramón Llull: “Los valores son palabras cargadas de significado. Cuando se clasifican y traducen en conductas concretas, en consonancia con nuestros objetivos y compartidos con las personas que nos importan, se convierten en potentes herramientas que nos guían hacia el éxito en la vida de los negocios y el negocio de la vida.”
Entonces, los valores ¿son palabras, o son acciones? Son varias cosas a la vez: palabras, acciones definidas por aquello que expresas; y, más profundo aún, emociones y pensamientos que generan resultados específicos en el mundo.
Luego, los valores determinarán tu conducta, y ésta, tus acciones.
¿De dónde surgen los valores en las personas y en las organizaciones? Nacen de la experiencia, la cultura, del entorno, la educación, de la relación social con los demás, y, sobre todo, de tus experiencias en las distintas áreas de desempeño y etapas de la vida.
Es necesario recordar que aquel enunciado de “misión, visión y valores”, que parece haber quedado en una mera descripción de buenas intenciones, es el pilar sobre el que se construyen proyectos consistentes y con sostenibilidad.
- Ventajas al conocer tus valores personales y profesionales
Cuando conoces, sientes y vives tus valores personales y relacionados con el desempeño laboral encontrarás beneficios tangibles en tu día a día, entre ellos: mayor claridad, congruencia, sentido de integridad, bienestar, equilibrio, visión de futuro, alineamiento interior y serenidad de espíritu. ¿Suena bien, ¿verdad?
Lo cierto es que sucede exactamente lo contrario cuando no eres consciente del impacto que te auto provocas cuando transgredes tus valores.
- Una medida personal
La elección de los valores es algo íntimo, profundo e indelegable. Por lo que los valores de una persona no son transferibles a otra, y es posible que, como vivimos experiencias diferentes, el sentido de los valores cambie incluso desde el punto de vista de la percepción de cada uno.
Los valores no son dogmáticos; son una guía hacia tu mejor versión y la proyección de tu integridad como ser humano en tu paso por el mundo. Si vives en ellos congruentemente, podrás comprobar cómo te ayudan a estar con mayor equilibrio, profundidad y libertad de acción, y dan pistas firmes acerca de si estás en el camino apropiado para ti, puesto que se traducen muy rápidamente en respuestas concretas en el mundo.
Daniel Colombo
Facilitador y Máster Coach especializado en CEOs, alta gerencia, profesionales y equipos de trabajo; comunicador profesional; conferencista internacional; autor de 28 libros.
www.danielcolombo.com
Twitter: @danielcolombopr
Instagram: @daniel.colombo
Linkedin: https://ar.linkedin.com/in/danielcolombo
Facebook: www.facebook.com/DanielColomboComunidad
YouTube: http://www.youtube.com/c/DanielColomboComunidad