Cómo crear espacios de trabajo diversos e inclusivos con Pamela Malewicz

Cómo crear espacios de trabajo diversos e inclusivos
con Pamela Malewicz

Crear espacios de trabajo diversos e inclusivo nos traen innumerables beneficios, pero cómo hacer para incorporar esta mirada a los equipos de trabajo. Diversidad e inclusión son dos conceptos que perfectamente podrían ir juntos aunque no siempre ocurre. Hay frases y metáforas que ilustran esta diferencia de manera simple y concreta:

-La diversidad es que te inviten a la fiesta pero la inclusión es que te saquen a bailar.

-La diversidad son los ingredientes y la inclusión es ese manjar que va a resultar del amalgamiento de piezas y particularidades para lograr un plato sabroso.

Vale seguir profundizando.

La diversidad hace referencia a esos atributos como el conocimiento, la sapiencia y las habilidades que tiene una persona, puede verse reflejada en múltiples visiones e implica aceptar las diferencias entre las personas.

 

Estas diferencias pueden incluir las etnias, los géneros, la identidad y la orientación sexual, la educación, alguna discapacidad, la nacionalidad y las costumbres culturales.

Pero la verdadera riqueza de la diversidad la aporta la inclusión. Y ahí empieza a interactuar el concepto y la complementación de la diversidad y la inclusión.  Esto implica que las personas pueden ser y sentirse parte del espacio y transitar con libertad, sin ningún tipo de incomodidad. Deben ser espacios libres de prejuicios que abracen valores. Y resulta importante tener sentimiento de pertenencia a grupos pero manteniendo la identidad, siendo siempre uno mismo.

Esa particularidad nos hace que seamos únicos e irrepetibles. Entonces podemos dar nuestra mejor versión, más genuina y comprometida, con entusiasmo y compasión, de esta manera podemos aportar para alcanzar mejores resultados.

 

En la diversidad está la ganancia

 

 Se debe tomar conciencia en la importancia que tiene formar equipos diversos, porque  una vez que existe la sinergia empiezan a verse los resultados.

Los equipos empiezan a ver esos resultados y notar que en las diferencias empiezan a aparecer una oportunidad. Eso muestra una madurez de parte de los equipos y de los líderes que los comandan porque entienden que la complementación es claramente una fortaleza de crecimiento y que cada persona desde su habilidad, conocimiento e historia tiene algo valioso aportar.

Esto empezó ahora a estar mucho más en vigencia porque justamente la globalización y la posibilidad de trabajar remotamente implica inevitablemente una adecuación a nuevos contextos. Debemos ser más flexibles y accesibles, y a la vez mantener una postura amplia, abierta, con una cabeza moderna, receptiva y curiosa con intención de aprender.

Y acá también hay un desafío, qué es el aprendizaje individual y también el colectivo. Y entender que de este aprendizaje pueden salir grandes resultados.

 

Hay cuestiones culturales de base que hacen pensar que cuando el equipo más homogéneo era, más alineado con tus propias ideas, mejores resultados ibas  a obtener.

Sin embargo cuando sumas más diversidad los resultados empiezan a notarse y a  romper esas barreras que social y culturalmente impiden ver en otras personas otras habilidades y otros aportes.

 

Las miradas que suman

 

Resulta importante entender que una mirada diferente puede ser absolutamente enriquecedora y no confrontativa, pero para eso hay que estar preparado para animarme escuchar opiniones que quizás sean opuestas a las ideas de los líderes. En ese sentido hay que estar preparado para bajar esas barreras de resistencia, tener la vocación de pensar que es una oportunidad de escuchar otras voces. Y tener ganas de aprender: la educación siempre juega un rol central.

En cuanto a la inclusión es fundamental que las personas se sientan cómodas y para eso que todas las partes de la organización lo estén. Cuando no sabemos cómo tratar a esa persona porque desconocemos su lenguaje, su cultura o en el caso de que tenga alguna dificultad motriz que los espacios no sean accesibles y pueda transitar con comodidad, tendremos que encontrar la asesoría de expertos en cada temática.

La persona a incluir debe estar preparada para ser recibida de una manera amorosa, que le minimicemos absolutamente todas las dificultades u obstáculos que puedan encontrar desde lo físico, en cuanto al desplazamiento, y desde la dinámica, en cuanto a las conversaciones y lo cultural. Todos los espacios deben ser abiertos y fluidos para que las personas se sientan parte de la organización. Para eso siempre será fundamental capacitarnos porque no sabemos de todos los temas. Aprender siempre es parte de cualquier proceso que incluya diversidad e inclusión.

 

Pamela Malewicz 

Ha asesorado a empresas del sector privado y organizaciones de la sociedad civil en temas vinculados a gestión y organización institucional. Es la actual subsecretaria de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

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