Líder y jefes: hay roles que no son iguales y que no todos pueden ejercerlo de la misma manera.
Y en el mundo laboral hay dos cargos que se escriben distinto pero suelen significar lo mismo, por más que esté lejos de ser así. Líder y jefe. Para aclarar los términos y su significado en el mundo laboral, van aquí una serie de tips para diferenciarlos con claridad. Porque, aunque se usen para lo mismo, no lo son.
Para empezar, en general los jefes son autoritarios y establecen su poder desde la posición que ocupan. No se puede generalizar, pero seguramente cualquiera escuchó o vivenció situaciones con jefes tóxicos, inseguros, que actúan en función de sus propios beneficios, no tienen en claro lo que quieren y generan muchos conflictos dentro de sus equipos porque lideran desde el punto de vista del poder y control. El foco lo ponen en las tareas y su fuente de poder está en el organigrama.
Por el contrario, los líderes hacen foco en las personas y en su desarrollo para el logro de los objetivos.
Un denominador común de muchos jefes es que más allá de su excelencia profesional no le prestan atención a la inversión en las personas.
Características del líder
– El líder transmite sus indicaciones con precisión, claridad, seguridad, templanza y convicción. Se mantiene cercano, presente y acompañando en cada momento.
– Para administrar una crisis necesita mantener la cabeza fría pero el corazón caliente.
– Marca el camino, acompaña al equipo y a sus integrantes en su crecimiento.
– Tiene escucha abierta, empático, humilde, flexible, entusiasta, que motiva, estimula y hace brillar los resultados de otros.
– Lidera con su ejemplo y coherencia, no dice una cosa y hace otra.
– Sus valores, ética y transparencia están presentes en sus decisiones.
– Es un agente de cambio y transformación constante, un hacedor, no se autolimita, asume riesgos, se reinventa y su trono es móvil.
– Su foco está en sus decisiones, fortalece las elecciones y abona el cambio estratégico. Busca consensos y negocia permanentemente. Y sabe identificar los fines de ciclo.
– El liderazgo puede desarrollarse, pero también hay personas que poseen las características innatas y solo necesitan potenciarlas.
Competencias que identifican al líder
Empatía: escuchar con mente abierta y generosa sin prejuicios. Estar en el aquí y ahora, poniéndonos en los zapatos de quien nos está hablando teniendo comprensión y compasión. Nosotros somos pura emocionalidad, saber gestionarlas es clave para la resolución de conflictos y para que no sean destructivas para la persona o la organización para la cual trabajemos.
Adaptabilidad: tener capacidad para asumir los cambios y saber gestionarlos. Es necesario ayudar al equipo a superar las resiliencias para lograr el acuerdo y que todos se sientan parte tanto dentro como fuera de nuestros equipos.
En muchos casos se necesita desarrollar distintas competencias para adaptarse a la nueva realidad.
Influencia: se basa en la credibilidad, la autenticidad, la pasión, el networking (tejido de redes de colaboración) y el valor que el líder aporta a su equipo. No tiene nada que ver con acumular poder. Su accionar es transversal es validado por su equipo y sus pares y dialoga con todos los actores.
Puente: tiene habilidad para conectar personas, ideas, recursos, proyectos. Además, tienen capacidad para atraer talento diverso.
Exploración: está atento, es inquieto, busca desafíos y siempre crear valor en conjunto. Amplía sus influencias para lograr mayor impacto.