’Validar tu idea y tus objetivos cuando surgen’ es una de las ideas que más tomé de mi proceso de mentoring. Las ideas por si solas no sirven para nada sin la capacidad y voluntad de ejecutarlas, entonces hay que contarlas, escuchar a todas las personas que puedan decir algo sobre tu idea, proyecto o misión social que uno tenga en mente. Despejar dudas y fantasmas hace que pasemos más rápido a la acción. Durante mi proceso de mentoreo aprendí a vincularme con líderes de la industria del entretenimiento y de la comunicación, fui alentada a contar mi proyecto una y otra vez, a validarlo y descubrí que tenía más cosas en común que diferencias con las personas que admiraba.
’Ser agradecida y nunca conformarse’ también lo incorporé a mis pilares. Ser conscientes, valorar lo que tenemos y lo que logramos con esfuerzo, mirar siempre para adelante, pero sin perder de vista el camino recorrido, los momentos de inflexión, lo ganado y lo perdido en el andar. Resulta fundamental aprender a tomar distancia a tiempo cuando todo se torna confuso y volver a nuestras raíces para dar perspectiva a nuestro presente.
Mi trabajo me lleva a rodearme siempre de equipos masculinos.
La asignación de roles a veces se confunde, producto de una sociedad patriarcal que da por sentado que ciertas tareas corresponden a las mujeres o que determinada ropa o actitud provoca ‘distracción’ en los equipos de trabajos masculinos.
Es en cada situación injusta, en cada toma de decisión diaria, en cada tarea mal asignada donde no dudo un segundo en ir tras mis convicciones, porque voy por un liderazgo fundamentado en horas y horas de pasión puesta al servicio de los objetivos de organizaciones a las que dedicamos algo invaluable: nuestro tiempo. Parto desde ese lugar para no permitir que nadie cuestione mi voz cuando sea escuchada.
Mónica Bega
Gerente de Marketing Global de Fuerza Bruta