El feedback es tan importante para las estructuras de las empresas como para los empleados.
Por eso vale la pena el esfuerzo, encontrar los momentos, ser persistente en el tiempo. Se trata del feedback, la variable de apalancamiento del cambio organizacional y personal, que guía el desarrollo de los empleados.
Para desarrollarlo hacen falta que se den distintas condiciones que muchas veces atentan contra su realización: no es fácil ser honesto con las personas, más cuando el mensaje no es necesariamente positivo. Porque una cosa es pensarlo y otra mirar a alguien a los ojos y decirle que necesita mejorar.
Entonces esos minutos que hacen falta para realizar una devolución empieza a transformarse en un regalo cada vez más valioso de tiempo y energía.
Un feedback frecuente, formal e informal permite comprender si se está generando un patrón de conductas que provocan el desempeño deseado e indeseado; nutrir y dar coherencia y consistencia a la evaluación al final del período; hacer correcciones sobre la marcha; dar reconocimiento en el momento oportuno y mantener alta la motivación.
La sabiduría que uno ha adquirido debe ser compartida y hay que ayudar a otra persona a que la tome. Se trata de lograr que alguien repita lo positivo y cambie lo negativo. Pero debe ser parte de un proceso y no que ocurra simplemente cuando uno lo piense.
El feedback debe transformarse en una experiencia positiva.
Es conveniente que se intercalen los comentarios positivos con los negativos para presentar una imagen equilibrada a su equipo. Es mucho más fácil decir cosas buenas que decir malas, así que hay que esforzarse por lograr un equilibrio al 50 % y 50 %. Incluso se puede dar una respuesta negativa dejando una luz positiva, especialmente cuando algo se repite cotidianamente. La gente aceptará, e incluso abrazará, los comentarios cuando se realicen de manera positiva.
Aquí ocho claves de un buen feedback:
1- Continuo, durante todo el año, y no limitarse a las reuniones formales de revisión del desempeño.
2- Clarifica y refuerza la mutua comprensión de los objetivos y las competencias necesarias
3- Motiva a los empleados para optimizar su desempeño (no desmotiva).
4- Da retroalimentación participativa, haciendo que el empleado se sienta involucrado y por lo tanto comprometido con el proceso.
5- Foco tanto en los “qué” (resultados) como en los “cómo” (competencias), para detectar el verdadero problema y la forma de mejorarlo.
6- Se realiza cuando es necesario y oportuno.
7- Promueve la sinceridad, ayudando a otros a resolver problemas, a aprender,a desarrollar competencias y a mejorar habilidades. Ayude a identificar las formas de resolver problemas, no las resuelva usted.
8- Promueve el “Empowerment “(empoderamiento: es la cualidad de tener expectativas positivas acerca de las personas).