Todas aquellas personas que lideran equipos saben que para lograr el compromiso de sus integrantes y alcanzar los resultados deseados se necesita acompañar el desarrollo de los colaboradores.
Todo dentro de un proceso continuo que debe ser planificado, para poder realizar un seguimiento permanente que siempre requerirá del involucramiento del líder.
Para eso es necesario:
- Evaluar e identificar los talentos (perfiles, capacidades) que hay en cada uno de los equipos.
- Diseñar e implementar programas de capacitaciones para su rol actual o para futuros desafíos.
- Lograr que los resultados individuales aporten al resultado grupal.
Es fundamental conocer el talento de los equipos para segmentarlos y diseñar propuestas a medida para cada caso.
Gestionar el desarrollo de los colaboradores trae beneficios para todos los involucrados de manera directa o indirecta colaborador, equipo, líder y organización.
En el caso del colaborador, le permite ampliar su potencial lo cual le aporta conocimientos, aprendizajes, compromiso y disfrute.
En el del líder, le permite identificar qué capacidades tiene en su equipo y cuáles requiere para un futuro. Además maximiza resultados y le permite identificar sucesores para las siguientes posiciones.
En el caso del equipo y la organización, genera compromiso, inspira, se aprende y desarrolla talento y se forman nuevos líderes.
En todo momento es fundamental aprender, no sólo individualmente, sino colectivamente, para que los equipos y las organizaciones puedan avanzar.
Cuando uno es líder, trabajar en el desarrollo del equipo no es algo que empieza y termina en un punto determinado.
Es un proceso transversal, continuo. Cada líder debe hacer su propia experiencia porque cada equipo es diferente y cada colaborador es único.
Por eso fundamental conocer en profundidad a los colaboradores, para planificar sobre una base real y que las expectativas estén consensuadas.
El camino del desarrollo es reconocer dónde estoy y dónde quiero ir, establecer el salto y avanzar en el aprendizaje. Una vez que lo alcanzamos, volvemos a empezar.
Cada colaborador es protagonista de su propio camino, pero uno como líder debe guiar, acompañar y brindarle las oportunidades para que el aprendizaje suceda.
Por eso las conversaciones de seguimiento y desarrollo son fundamentales, porque genera motivación, potencia los resultados y redunda en aprendizaje y crecimiento profesional.